En inglés se usa una
frase que me encanta “Get them engaged”.
Se puede traducir como “Haz que se involucren”, pero yo la pienso más como “Haz que se enganchen”.
Soy de esas profesoras que consideran que el primer reto a conseguir –y el que traerá los mejores resultados- es despertar la motivación de quien aprende. Así es como alcanzamos el interés de nuestros niños y, como consecuencia, su compromiso con el proceso.
Quizá me diréis que lograr esa implicación es cada día más complicado porque tenemos a una vorágine que nos hace competencia.
Todos hemos experimentado lo difícil que es ganar terreno a las nuevas tecnologías. Mantener el para mantener el interés de esas cabecitas inquietas es todo un reto, pero en esta reflexión quiero centrarme lo que nos ofrece la dinámica virtual, puede que en ella encontremos pistas para ver la enseñanza desde otro enfoque.
Soy de esas profesoras que consideran que el primer reto a conseguir –y el que traerá los mejores resultados- es despertar la motivación de quien aprende. Así es como alcanzamos el interés de nuestros niños y, como consecuencia, su compromiso con el proceso.
Quizá me diréis que lograr esa implicación es cada día más complicado porque tenemos a una vorágine que nos hace competencia.
Todos hemos experimentado lo difícil que es ganar terreno a las nuevas tecnologías. Mantener el para mantener el interés de esas cabecitas inquietas es todo un reto, pero en esta reflexión quiero centrarme lo que nos ofrece la dinámica virtual, puede que en ella encontremos pistas para ver la enseñanza desde otro enfoque.
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Nos encanta que nuestros niños se involucren en el aprendizaje ¿Cómo lograrlo? |
Fuentes de aprendizaje
¿Recuerdas cuando
nuestra fuente de información eran esas enciclopedias en más de 20 tomos pesadas
que ocupaban toda la estantería?
Ahora tenemos la
wikipedia, libros, revistas, artículos, blogs, vídeos, foros… y en cada uno
muchas voces que dicen muchas cosas.
Con esa misma variedad,
cada uno de nosotros tenemos una forma de aproximarnos al mundo, algunos somos
más introspectivos y podemos encontrar horas de entretenimiento en un libro, a
otros les puede parecer más interesante compartir lo que saben comentando con
amigos.
Pues bien, si algo
ofrece Internet –además de mil formas distintas de distraerse- son espacios multilineares de interacción. En
otras palabras, lo que antes era un libro pesado dándote definiciones ahora se
ha multiplicado y fragmentado en muchas fuentes con las que podemos
interactuar. ¿No entiendes una palabra? puedes buscarla en la RAE, ¿quieres
profundizar? recurres a los enlaces. Puedes incluso tener respuesta en pocos
segundos de personas a quien no conoces, dar y recibir likes, etc.
Tenemos, en efecto,
muchas fuentes, y no solo de información sino de inspiración. Los niños interactúan
con un sistema complejo con muchos
estímulos de respuesta y creo que en esto está la primera pista de lo que
es la enseñanza participativa.
La sobre-estimulación digital nos daña la concentración, obtener una respuesta inmediata a veces no es tan positivo como lograrla a través de tiempo y dedicación. El valor del esfuerzo hace más gratificante la respuesta (incluso en buscar una definición en un diccionario físico, creo que se nos quedará mejor el término por el mero hecho de añadir el esfuerzo como factor). La proxima vez que trate con un niño le dire sutilmente "niño, enganchate, esta es de la buena, quieres un poco?" y acto seguido le hablaré de epistemología. No.. Pero todos saben que tu planteamiento es cierto, me gustaría ver desde ese punto de vista una justificación hasta sus últimas consecuencias de por qué enseñar, o lo que esa necesidad de enseñar que tiene el humano?
ResponEliminaL'autor ha eliminat aquest comentari.
EliminaEstoy completamente de acuerdo contigo: la sobreestimulación ha ocasionado efectos irreversibles en nuestras pautas de comportamiento. Habría mucho que decir al respecto.
ResponEliminaCon "engancharse" yo me refiero al reto de los profesores de despertar en el niño una curiosidad activa que le estimule a generar búsquedas, a aventurarse en un esfuerzo que, como dices, después le sea gratificante.
Me anoto tu propuesta: generar una reflexión en torno a por qué enseñar. ¡Gracias por comentar!